Let the Past Rot: Regret Makes Great Fertilizer

Deja que el pasado se pudra: el arrepentimiento es un gran fertilizante

Una guía práctica para deshacerte de tus emociones y florecer como quien deberías ser. El poder es tuyo.

Cuando el tiempo se te escapa de las manos

Si eres como yo, parece que la universidad acaba de llegar: se estrena Drag Race, acabo de hablar con mi abuela por teléfono; están acosando a Obama por llevar un traje marrón; mi ZuneHD está completamente cargado; y tengo entradas para ver a Adele en Detroit este fin de semana. Pero eso no pasó de la nada. Fue hace un millón de años . Y aquí estoy. Aquí estás tú. ¿Es esto? ¿Así es la vida?

¿Dónde está mi abuela? ¿Dónde está mi alegría? ¿ Dónde demonios está mi Zune? Ah, pero hay un gato. Inesperado, pero bonito.

No se trata solo de la mediana edad, sino de cada década

Muchos llegamos a un punto en la vida en el que todo deja de tener sentido, en el que la vida que construimos ya no encaja con la persona en la que nos hemos convertido. La gente lo llama crisis de la mediana edad, pero ¿en serio? Es más bien una crisis de una década. La que tuve a los 25 fue una locura: perdí 90 kilos y conseguí mi primer novio. No fue una crisis, fue un reinicio. ¿Y estos reinicios? Siguen llegando. Duelen muchísimo, pero son necesarios.

La amargura es una señal, no una sentencia

Quizás te equivocaste. Quizás tomaste decisiones de las que te arrepientes. Perdiste tiempo. Desperdiciaste oportunidades. Te quedaste demasiado tiempo. Dijiste algo incorrecto. Te diste por vencido. Quizás la forma en que te dijeron que funcionaría el mundo no fue como resultó. O peor aún, quizás lo supiste desde el principio y te sientes tonto por no seguir tus instintos. Eso no significa que estés condenado, significa que eres humano.

¿Ese dolor sordo? ¿Ese resentimiento creciente? ¿Ese golpe en el estómago al darte cuenta de que la alegría parece un recuerdo, no tu punto de partida? Eso no es debilidad, es la señal de que es hora de crecer de nuevo. La amargura es lo que sucede cuando dejas de creer que las cosas nuevas son posibles.

Pero aquí está el secreto: puedes usar esa amargura. No es solo veneno. Es abono.

El arrepentimiento, la decepción, incluso la rabia: todo es podredumbre emocional. Y la podredumbre alimenta el nuevo crecimiento. El dolor que sientes no es un callejón sin salida. Es tierra.

La guía: Cómo transformar la podredumbre en crecimiento

El crecimiento no ocurre de forma aislada. Si tus relaciones, tu trabajo, tu ciudad o tus hábitos diarios no te nutren, te pudrirán. Como se explora en Show Me Love , las relaciones deben ser mutuamente beneficiosas para prosperar. El amor no es menos real por ser condicional; es más fuerte cuando es recíproco.

¿Y ese orgullo al que te aferras? ¿La negativa a pedir ayuda, la creencia de que ya deberías tenerlo todo resuelto? Eso no es fuerza. Es miedo disfrazado de dignidad. El orgullo no te salvará nos recuerda que la conexión comienza en el momento en que dejas atrás el orgullo y empiezas a decir la verdad.

A veces, realmente necesitas quemarlo todo. " Quemarlo y empezar de nuevo" no es solo un título, es un plan. Tienes que crear el vacío donde algo nuevo pueda vivir. Ya sea tu mentalidad, tu rutina o toda tu vida, limpia la casa.

Porque el futuro no espera. Como nos recuerda"¿Qué Esperas?" , el tiempo sigue corriendo. La puerta a la transformación no siempre está abierta, pero lo está ahora mismo. ¿Qué te detiene?

Y tal vez, solo tal vez, sea hora de irse. Física, emocional y socialmente. Si te aferras a personas o lugares que solo te agotan, es hora de releer " Quizás deberías irte" y empezar a empacar.

Y deja de fingir que estás bien solo porque estás rodeado. How You're Making Yourself Lonely explica lo fácil que es aislarse tras sonrisas, conversaciones triviales y sufrimiento silencioso. La verdadera conexión requiere esfuerzo y honestidad.

Aquí te mostramos cómo usar todo ese lodo emocional para crear algo mejor:

1. Admite lo que ya no funciona.
Si sientes que arrastras tu vida, probablemente sea así. Si tus metas, rutinas o relaciones te parecen ropa que te queda pequeña, es así.

2. Deja de romantizar la antigua versión de ti mismo.
No estás fracasando porque ya no te sientes como antes. Has cambiado. De eso se trata. El pasado no puede ser tu modelo para un futuro que encaje.

3. Deja que la ira suceda.
La ira es real. No la reprimas. No la hagas por educación. Grita. Escribe. Llora. Lamenta el tiempo perdido. Luego usa ese fuego para quemar lo que no te sirve.

4. Tome una decisión valiente.
No tiene que ser enorme. Pero tiene que ser diferente. Solicita algo. Deja algo. Compra algo. Haz la pregunta. Di que no. Ponte en movimiento.

5. Reconstruye alrededor de lo que te alimenta.
Ahora que ya no estás muerto, ¿qué te devuelve la vida? ¿Quién te hace sentir vivo? ¿Qué hábitos te hacen sentir lúcido y orgulloso?

Empieza por ahí. Ve aumentando poco a poco. Fertiliza según sea necesario.

Sigues creciendo, nena

La versión de ti que intenta crecer merece tu protección. Así que cuida tu tiempo. Reevalúa todo. No tengas miedo de parecer irreconocible cuando florezcas. El crecimiento no es algo que te sucede, es algo que eliges. Una y otra vez. No necesitas que sea perfecto. Solo necesitas ponerlo en marcha.

Deja que tu antigua versión se pudra. Conviértela en fertilizante. Y cultiva algo silvestre.

Ahora te toca a ti. No esperes a tocar fondo. No esperes permiso. Empieza a cavar. Empieza a plantar. La vida que quieres está enterrada bajo toda esa mierda vieja. Dale la vuelta. Úsala. Florece.

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