5 COSAS QUE DEBES SABER ANTES DE PROBAR EL ANAL POR PRIMERA VEZ
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El sexo anal puede ser una experiencia emocionante y aventurera, pero también puede resultar intimidante para quienes son nuevos en él. Antes de sumergirse, es importante informarse sobre qué esperar y cómo tener una experiencia segura y agradable. Aquí hay cinco cosas que debes saber antes de probar el sexo anal por primera vez.
1. Tómelo con calma: La clave para una experiencia anal placentera es comenzar despacio y avanzar. Esto significa comenzar con juguetes más pequeños, dedos o simplemente la punta del pene de su pareja. Apresurarse a hacerlo puede provocar dolor, malestar y potencialmente incluso lesiones. Dicho esto, a menudo es mejor ir a tu propio ritmo que ir lento por el ritmo lento. Pero ten en cuenta que podrías desanimarte si dejas que tu codicioso trasero se salga con la tuya demasiado rápido.
2. Use lubricante: El ano no produce lubricación natural, por lo que usar mucho lubricante es crucial para una experiencia cómoda. Nunca hay demasiado lubricante en el sexo anal. Podrían ser un éclair con lubricante y aún sería adecuado. El mejor lubricante para Ana varía, ¡pero la recomendación más simple es Palm Grease!
3. La comunicación es clave : habla con tu pareja antes, durante y después de la experiencia. Hágales saber qué se siente bien y qué no, y no tenga miedo de decirles que dejen de hacerlo si las cosas se vuelven demasiado incómodas. “Sí, por favor, fóllame”, “más profundo, papá”, “Vaya, vaquero” y “Te necesito dentro de mí”, “¡sí! Lléname más”, “Me encanta cómo dominas mi trasero”, son opciones exquisitas. Los viejos clásicos no, stop y daddy chill también son geniales.
4. Practique una buena higiene : el ano alberga bacterias, lo que significa que la higiene es crucial antes y después del juego. Esto significa ducharse, limpiar la zona con agua tibia y jabón suave y utilizar un enema o ducha anal si es necesario. Si solo estás haciendo analingus, no necesitas duchas. El afeitado es una de esas cosas que son muy específicas de cada persona, pero normalmente no te equivocarás con un área del agujero bien afeitada, incluso si las mejillas son peludas.
5. Respeta tus límites: el juego anal no es para todos, y eso está bien. Si lo pruebas y descubres que no es para ti, no te avergüences. Tu cuerpo, tus reglas. No dejes que nadie te sienta culpable, te avergüence o te presione para que te golpees el trasero con el pretexto de que no eres lo suficientemente sensible.
En conclusión, con la preparación adecuada, la comunicación y una mente abierta, el juego anal puede ser una experiencia excitante y placentera para todos los involucrados. Tómate el tiempo para educarte a ti mismo y a tu pareja y, sobre todo, respetar los límites y los límites de cada uno.